En
eso estábamos lo más tranquilos cuando…sentí
que algo golpeó mi cara. Me desperté en el hospital y grité. De
inmediato vino mi novia y la enfermera. Mi novia me dijo
-
tranquilo, una piedra a lo lejos vino y te golpeó en la cara, no es
nada grave, tranquilo.
Cuando
salí del hospital volví a la playa para saber si estaba el que me
había arrojado la piedra. Pero solo vi a unos niños que
estaban
arrojando piedras. Por las dudas igual los reté y se fueron
corriendo. Pero luego me di cuenta que yo había hecho lo mismo que
ellos. Desde ese día no volví más a la playa.
Autores: Sofía A. y DCGZ.
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