Estimado
Abelardo:
Gracias
por escribirme la carta.
Después
de tanto tiempo me vinieron todos los recuerdos de aquella horrible
noche. Sentí que no respetaste mi decisión. No me gustó para nada
que me hayas insultado de esa forma “MARICON, MARICON DE MIERDA”.
De verdad me dolió.
Capaz
que no lo quisiste decir, pero lo dijiste. Es verdad, yo era raro,
pero eso no me convertía en MARICÓN. Yo tenía mis propia forma de
pensar y forma de ser y había cosas con las que yo no estaba de
acuerdo. Yo te quería muchísimo Abelardo, confiaba mucho en vos,
hasta que me engañaste llevándome a la casa de esa señora...que
según le decían “La Gorda”.
Bueno,
te agradezco por haberme escrito la carta. Pienso que en ese momento
yo no estaba preparado, ni vos tampoco. Espero que nos volvamos a
ver, para volver a ser los muy buenos amigos que éramos antes.
Quiero que recuperemos esa hermosa amistad, como cuando éramos
chicos.
Sofía y Milena