En eso estábamos de lo más tranquilos cuando...miramos hacia
el mar y vimos que desde adentro brillaba algo. Me levanté y le dije
a mi novia que iría a ver qué era. Cuando me dirigía hacia el mar,
vi que Lucía venía detrás de mí. Entonces fuimos juntos. Mientras
caminábamos mi novia se adelantó, porque estaba ansiosa por ver qué
era eso que tanto brillaba. Desde unos metros Lucia me gritó:
- Dale… Lautaro
vení a ver.
Luego empecé a
correr hasta que llegué. Cuando vi lo que tenía en sus manos la
abracé y le dije:
- Mi amor, es la
piedra que arrojé el año anterior….
Al fin la pudimos
encontrar ¿qué te parece si la arrojamos al mar?
- Sí, Lautaro, me
parece que esta vez la deberíamos lanzar juntos – propuso mi
novia.
Y fue ahí cuando
arrojamos esa piedra tan valiosa…
Autora: Iara D.
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