En eso estábamos de los más tranquilos cuando...se
me ocurrió volver a tirar la piedra para ver si caía. Pero no
cayó. Nos miramos y nos empezamos a preguntar por qué no había
caído. En eso llegamos a la conclusión que yo tiraba muy fuerte y
la piedra caía tan lejos que no se podía ver...ni oír el chapuzón.
Autora: MIrna B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario