En eso estábamos de lo más tranquilos cuando...de repente
escuchamos un chapuzón y fuimos corriendo hacia el agua, para ver
qué era ese ruido. Y cuando llegamos a la orilla, nos dimos cuenta
que eran unas niñas que estaban jugando junto con sus padres.
Mi novia y yo
pensábamos que era el piedrazo que había tirado un año atrás.
Pero como eran las niñas en el agua nos fuimos de nuevo a tomar mate
y nos pusimos a charlar de lo que habíamos hecho el día anterior.
Ella me dijo que
había ido al shopping con unas amigas, a comprarse un par de zapatos
y un poco de ropa. Yo le estaba contando que me había ido a lo de un
viejo amigo a pasar la tarde con él porque hoy se iba para Santa Fe.
Y ente charla y
charla escuchamos otro chapuzón, pero nos dijimos con mi novia, no
creo que sea el piedrazo, deben ser las niñas que están jugando en
el agua. Después de ese ruido otra vez escuchamos el mismo sonido.
Entonces con mi novia nos dijimos: vamos a ver si es el piedrazo,
porque capaz que es y nosotros estamos acá sentados como dos tontos.
Fuimos a ver si era
el piedrazo, y sí, al final era nuestra piedra. Nos dimos cuenta que
era la nuestra porque tenía forma parecida a un corazón. Nos
pusimos tan felices porque al final apreció nuestra piedrita.
Después de saber
que era la piedra, fuimos hacia el agua a buscarla, así la guardábamos
de recuerdo. Justo la había encontrado Flor, y me dijo que ya la
había encontrado. Le dije guardala bien por las dudas que se pierda
de nuevo.
Luego, más tarde
salimos del agua, nos tomamos los últimos mates y después nos fuimos
de nuevo para nuestras casas.
Autora: Milena E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario