martes, 17 de diciembre de 2013

Buenos Deseos... (Joaquín y Brian)


  1. Que el año que viene, cuando vayas por la calle, te encuentres una billetera llena de plata.
  2. Que inauguren una avenida con tu nombre.
  3. Que seas feliz con tu familia y que te vayas a vivir a París.
  4. Que te regalen una mansión y que seas muy feliz.
  5. Que las personas que quieras estén siempre con vos.
  6. Que te ganes la lotería y que te conviertas en millonario.
  7. Que cuando vayas a trabajar te regalen un auto 0.km.
 
Joaquín y Brian.

Buenos deseos (Javier, Leila, Joel y Karla)


  • Que nunca te falte la felicidad.
  • Que nunca te falte amor y que tu familia te quiera como sos.
  • Que todos te amen como a nadie.
  • Que cuando salgas a la calle salga el sol, todos los pajaritos canten y salgan flores por todas partes.
  • Que cuando te falte algo lo tengas de inmediato.
 
 
Javier, Leila, Joel y Karla.

 

Buenos deseos (Matías M)


  • Ojalá que el año que viene venga un camión cargado de golosinas y te regalen muchos chocolates.
  • Que el año que viene te den muchos regalos y que cuando llegues a tu casa te reciban con una torta.
  • Que para tus vacaciones te vayas a Misiones.
  • Que venga tu ídolo a un estadio de rock y te pida que toques la guitarra con él.
  • Que cuando pidas algo nunca te falte y que siempre se te cumpla todo. 
                  

Matías M.

Mensaje de despedida de parte de Leonel y Joaquín


sábado, 7 de diciembre de 2013

Buenos deseos

Espero que el año que viene apruebes todas las materias
Espero que cambies y puedas pasar
Que tengas suerte
Que entiendas el significado del amor
Que aprendas a querer
Que seas feliz
Que puedas aprender nuevas cosas
Que cuando tengas hijos salgan como vos
Que tengas una mujer que te sea fiel
Que puedas ser feliz con tu familia
Que tengas un buen trabajo en tu futuro
Que aprendas convivir con los demás
Espero que en tu primer cumpleaños la pases bien
Que vayas en las vacaciones a Mar del Plata como siempre soñaste
Que se te cumplan todos tus deseos

Y que seas feliz con tu familia



Elías V

Buenos deseos


Que te ganes la lotería y puedas comprarte la casa que tanto deseás,  junto con tu mujer y tus hijos.

Que el año que viene se cumplan todos tu deseos, que pases un año con amor y alegría y sean puras

noticias buenas.

Que seas feliz junto a tu familia y todos tus seres queridos

Que puedas poner tu propio negocio.

Que la chica que tanto te gusta te diga que sos el amor de su vida y sean felices.

Sharon


Texto inspirado en la lectura de Bendición de Dragón, de G. Roldán

Bendición de Dragón

Como para ir despidiendo el año leímos en clases el poema Bendición de Dragón, que nos gustó mucho y queremos compartir con ustedes. Su autor es Gustavo Roldán.

 Bendición de dragón

Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estés en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.

 

Gustavo Roldán

martes, 5 de noviembre de 2013

Correo para Abelardo


Hola, tanto tiempo!
Abelardo, yo me pregunto, ¿por qué tardaste tanto tiempo en confesar?
La verdad estoy sorprendido y sin palabras. No logro entender por qué me pegaste si vos tampoco pudiste. Podías confiar en mí y contármelo. Mirá, yo todavía no estaba preparado para eso y no entré, capaz que vos sentiste lo mismo. Yo era muy tímido y la verdad que me costaba hacer cosas como las que hacían ustedes. Yo esa noche me sentí muy mal, peor que las otras veces.
Aunque te arrepentiste un poco tarde la verdad me alegro mucho de volver a hablar con vos lo más bien. Pasó mucho tiempo, ya somos grandes! Podemos juntarnos algún día de estos a comer unas pizzas en mi casa.
Bueno amigo, hasta luego,
Un abrazo!
César
(Carta escrita por Karla O. y Sharon M.)

Correo para Abelardo


Hola Abelardo; quiero decirte que me llegó la carta que me escribiste, y yo espero que esto a tus manos. También me acuerdo de casi todo los momentos que vivimos en nuestra infancia y adolescencia.
¡Sabés! Me hiciste acordar de la noche que salimos con los muchachos. En realidad no me acuerdo cómo fue bien ese día. Pero lo que me pasó a mí no fue del todo bueno, me sentía mal porque sentía que se burlaron de mí. Me acuerdo que no quería entrar a ese rancho y estar con la gorda; pero todos ustedes sí pasaron. Ahora que escribiste me entero que vos tampoco pudiste; entonces vos también fuiste un MARICA ese día.
Bueno, quiero contarte que tengo 2 hijos, Lautaro y Valentina.
Espero que pronto podamos encontrarnos ¡Querido Amigo!
César

(Carta escrita por Iara D.)

Correo para Abelardo


Hola Abelardo
Soy César. Ya ha pasado mucho tiempo. Seguro que ya estarás juntado y has tenido una familia. Bueno, lo que te quiero decir es que hemos tenido una infancia medio rara, pero te quiero aclarar que yo no soy marica, solamente que era mi timidez. Lo pasado pisado. Yo ya estoy juntado y he formado una familia hermosa. Tengo un hijo divino.
Nada. Solamente eso, que hemos tenido una infancia dura, pero hemos salido adelante.
Saludos a toda tu familia.
César

(Carta escrita por Eric)

Correo para Abelardo


Hola, gracias por haberte acordado de esto. Sabés que yo también tengo este remordimiento
de ese tiempo por el que pasamos y te juro que no podía entender ¿porque me pegaste? si yo no podía porque no era mi momento.
Solo era diferente a los demás, porque era mi forma de ser. La verdad que me hubiese
gustado que vos no seas igual a los demás; seguir tus propios intereses y no lo que querían los chicos. Espero que hayas cambiado.
En fin, gracias por escribir esta carta. Como dije, me hacia falta, también, sacar este
remordimiento. Ojalá que nos podamos ver y acordarnos de aquellos momentos.
Te agradezco mucho y seguimos en contacto.
Cuidáte mucho.
César

(Carta escrita por Erika )

Correo para Abelardo


Hola querido Abelardo:
quedé sorprendido por lo que me contaste. No sé por qué me obligaste y me pegaste para ir con la gorda si vos tampoco pudiste.
Yo salí corriendo esa vez, no por cobarde sino porque no podía hacerlo. Así como vos tampoco pudiste.
Bueno, me despido, y gracias por comprenderme.
Al final, el que quedó como un cobarde fuiste vos, por hacerte el bueno. Encima le dijiste a la gorda que no le diga nada a nadie por miedo a que te carguen o algo.
Espero que andes bien, cuidate.
Chau.
Atte:Cesar 

(Carta escrita por Leila)

Correo para Abelardo


Hola Abelardo, gracias por haberte interesado en escribirme por una cosa de hace mucho tiempo. Cuando la leí me acordé de todos los tiempos aquellos que pasamos juntos. Todavía me acuerdo cuando íbamos a la laguna. Y cuando fuimos a lo de la gorda, jajaja, obligándome....y cuando me fui y vos me pegaste. Pero yo sé que no fue a propósito.
Gracias, de vuelta, por escribir. Tenemos que reunirnos, otra vez, con los muchachos, jaja.
Nos vemos, chau, hasta siempre.
César

(Carta escrita por Nicolás)

Correo para Abelardo


Hola, gracias por entender, después de muchos años, que todavía no estaba preparado para ese momento. Porque éramos chicos y no sentía deseos de sentir esa sensación me fui corriendo del rancho esa tarde. Gracias otra vez por haberme entendido, amigo, y te disculpo por haberme insultado y por haberme pegado. Gracias por haberme comprendido.
Pero estoy sorprendido porque vos tampoco pudiste y porque tampoco me lo contaste antes. Bueno, te entiendo por no habérmelo contado, porque tal vez vos pensabas que ibas a estar mejor o no sé. Capaz que para que no te cargue nadie.
Me despido con estas preguntas: ¿Por qué no me lo contaste antes? ¿y porque me lo ocultaste?
Atte: César 
(Carta escrita por Javier R.) 

Correo para Abelardo


Estimado Abelardo:
Gracias por las disculpas por haberme dicho marica. Lo lamento mucho pero no puedo perdonarte, porque pensé que eras mi amigo, pero al verte de esa forma, ese día, sentí que no respetabas mi forma de ser.
La verdad que me molestó mucho cuando fuimos con la gorda y yo no quise entrar. Al no respetar mis pensamientos me enojé muchísimo, y por esa razón no puedo perdonarte.
Bueno, este es el final de mi carta. Me encantó que te acordaras de mí, aunque me lastimaste mucho y yo no puede superar que un amigo como vos me haya lastimado.
César

(Carta escrita por Noelia y Matías )

martes, 29 de octubre de 2013

Correo para Abelardo


Estimado Abelardo:
Gracias por escribirme la carta.
Después de tanto tiempo me vinieron todos los recuerdos de aquella horrible noche. Sentí que no respetaste mi decisión. No me gustó para nada que me hayas insultado de esa forma “MARICON, MARICON DE MIERDA”. De verdad me dolió.
Capaz que no lo quisiste decir, pero lo dijiste. Es verdad, yo era raro, pero eso no me convertía en MARICÓN. Yo tenía mis propia forma de pensar y forma de ser y había cosas con las que yo no estaba de acuerdo. Yo te quería muchísimo Abelardo, confiaba mucho en vos, hasta que me engañaste llevándome a la casa de esa señora...que según le decían “La Gorda”.
Bueno, te agradezco por haberme escrito la carta. Pienso que en ese momento yo no estaba preparado, ni vos tampoco. Espero que nos volvamos a ver, para volver a ser los muy buenos amigos que éramos antes. Quiero que recuperemos esa hermosa amistad, como cuando éramos chicos.
Atte: Cesar

Sofía y Milena


jueves, 17 de octubre de 2013

El Marica_ de Abelardo Castillo

Compartimos este cortometraje encontrado en Youtube, el cual está basado en el cuento de Abelardo Castillo titulado El marica.









Ficha técnica:
Dirección: Tomás Flichman
Cámara: Federico Bal
Asistente: David Gabella Levy
Sonido: Mariano Patrucco
Arte: Alan Endler
Producción:Mariela Rubín
Edición: Tomás Flichman

Hablando de "mariconadas..."


Hola a tods@s! aquí compartimos el cuento de Abelardo Castillo que leímos en clases. Pueden dejar sus comentarios, como siempre!


El Marica _                                                           
                                 Autor: Abelardo Castillo

Escucháme, César: yo no sé por dónde andarás ahora, pero cómo me gustaría que leyeras esto. Sí. Porque hay cosas, palabras, que uno lleva mordidas adentro, y las lleva toda la vida. Pero una noche siente que debe escribirlas, decírselas a alguien porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, clavadas para siempre en la vergüenza. Y entonces yo siento que tengo que decírtelo. Escucháme.

Vos eras raro. Uno de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la laguna, me acuerdo, nunca te desnudabas delante de nosotros. A ellos les daba risa, y a mí también, claro; pero yo decía que te dejaran, que cada uno es como es. Y vos eras raro. Cuando entraste a primer año, venías de un colegio de curas; San Pedro debió de parecerte, no sé, algo así como Brobdignac. No te gustaba trepar a los árboles, ni romper faroles a cascotazos, ni correr carreras hacia abajo entre los matorrales de la barranca. Ya no recuerdo como fue. Cuando uno es chico, encuentra cualquier motivo para querer a la gente. Sólo recuerdo que de pronto éramos amigos y que siempre andábamos juntos. Una mañana hasta me llevaste a misa. Al pasar frente al café, el colorado Martínez, dijo con voz de flauta: “adiós los novios”. A vos se te puso la cara como fuego. Y yo me di vuelta, puteándolo, y le pegué tan tremendo sopapo, de revés, en los dientes, que me lastimé la mano. Después, vos me la querías vendar. Me mirabas.

—Te lastimaste por mí, Abelardo.

Cuando hablaste sentí frío en la espalda: yo tenía mi mano entre las tuyas y tus manos eran blancas, delgadas. No sé. Demasiado blancas, demasiado delgadas.

—Soltáme —dije.

A lo mejor no eran tus manos, a lo mejor era todo: tus manos y tus gestos y tu manera de moverte, de hablar. Yo ahora pienso que antes también lo entendía, y alguna vez lo dije: dije que todo eso no significaba nada, que son cuestiones de educación, de andar siempre entre mujeres, entre curas. Pero ellos se reían y uno también, César, acaba riéndose. Acaba por reírse de macho que es.

Y pasa el tiempo y una noche cualquiera es necesario recordar, decirlo todo.

Fuimos inseparables. Hasta el día en que pasó aquello yo te quise de verdad. Oscura e inexplicablemente como quieren los que todavía están limpios. Me gustaba ayudarte. A la salida del colegio íbamos a tu casa y yo te enseñaba las cosas que no comprendías. Hablábamos. Entonces era fácil contarte, escuchar todo lo que a los otros se les calla. A veces me mirabas con una especie de perplejidad, con una mirada rara; la misma mirada, acaso, con la que yo no me atrevía a mirarte. Una tarde me dijiste:

—Sabés, te admiro.

No pude aguantar tus ojos; mirabas de frente, como los chicos y decías las cosas del mismo modo. Eso era.

—Es un marica.

—Déjense de macanas. Qué va a ser marica.

—Por algo lo cuidás tanto…


Y se reían. Y entonces daban ganas de decir que todos nosotros, juntos, no valíamos la mitad de lo que valía él, de lo que valías, pero en aquel tiempo la palabra era difícil, y la risa fácil. Y uno también acepta —uno también elige—, acaba por enroñarse, quiere la brutalidad de esa noche, cuando vino el negro y dijo me pasaron un dato. Me pasaron un dato, dijo, que por las quintas hay una gorda que cobra cinco pesos, vamos y de paso lo hacemos debutar al machón, al César. Y yo dije macanudo.

—César, esta noche vamos a dar una vuelta con los muchachos. Quiero que vengas.

—¿Con los muchachos?…

—Sí. Qué tiene.

—Y bueno, vamos.

Porque no sólo dije macanudo, sino que te llevé engañado. Y fuimos. Y vos te diste cuenta de todo cuando llegamos al rancho. La luna enorme, me acuerdo: alta entre los árboles.

—Abelardo, vos lo sabías.

—Calláte y entrá.

—¡Lo sabías!

—Entrá, te digo.

El marido de la gorda, grandote como la puerta, nos miraba socarronamente. Dijo que eran cinco pesos. Cinco pesos por cabeza, pibes: siete por cinco treinta y cinco. Verle la cara a Dios, había dicho el negro. De la pieza salió un chico, tendría cuatro o cinco años. Moqueando, se pasaba el revés de la mano por la boca. Nunca me voy a olvidar de aquel gesto. Sus piecitos desnudos eran del mismo color que el piso de tierra.

El negro hizo punta. Yo sentía una cosa, una pelota en el estómago. No me atrevía a mirarte. Los demás hacían chistes brutales. Desacostumbradamente brutales, en voz de secreto. Estaban, todos estábamos asustados como locos. A Roberto le tembló el fósforo cuando me dio fuego.

—Debe estar sucia.

Después, el negro salió de la pieza y venía sonriendo. Triunfador. Abrochándose.

Nos guiñó un ojo.

—Pasa vos, Cacho.

—No, yo no. Yo después.

Entró el colorado, después Roberto. Y cuando salían, salían distintos. Salían no sé, salían hombres. Si, esa era la impresión que yo tenía.

Después entré yo. Y cuando salí, vos no estabas.

—¿Dónde está César?

No recuerdo si grité, pero quise gritar. Alguien me había contestado: disparó. Y el ademán —un ademán que pudo ser idéntico al del negro— se me heló en la punta de los dedos, en la cara, me lo borró el viento del patio, porque de pronto yo estaba fuera del rancho.

—Vos también te asustaste, pibe.

Tomando mate contra un árbol vi al marido de la gorda; el chico jugaba entre sus piernas.

—Qué me voy a asustar. Busco al otro, al que se fue.

—Agarró pa ayá —con la misma mano que sostenía la pava, señaló el sitio. Y el chico sonreía. El chico también dijo pa ayá.

Te alcancé frente al Matadero Viejo; quedaste arrinconado contra un cerco. Me mirabas. Siempre me mirabas.

—Lo sabías.

—Volvé.

—No puedo, Abelardo, te juro que no puedo.

—Volvé, ¡Animal!

—Por Dios que no puedo.

—Volvé o te llevo a patadas en el culo.

La luna grande, no me olvido, blanquísima luna de verano entre los árboles y tu cara de tristeza o de vergüenza, tu cara de pedirme perdón, a mí, tu hermosa cara iluminada, desfigurándose de pronto. Me ardía la mano. Pero había que golpear, lastimar, ensuciarte para olvidarme de aquella cosa, como una arcada, que me estaba atragantando.

—Bruto —dijiste—. Bruto de porquería. Te odio. Sos igual, sos peor que los otros.

Te llevaste la mano a la boca, igual que el chico cuando salía de la pieza. No te defendiste.

Cuando te ibas, todavía alcancé a decir:

—Maricón. Maricón de mierda.

Y después lo grité.

Escucháme, César. Es necesario que leas esto. Porque hay cosas que uno lleva mordidas, trampeadas en la vergüenza toda la vida, hay cosas por las que uno, a solas, se escupe la cara en el espejo. Pero de golpe, un día, necesita decirlas, confesárselas a alguien. Escucháme.

Aquella noche, al salir de la pieza de la gorda, yo le pedí, por favor, no se lo vaya a contar a los otros.

Porque aquella noche yo no pude. Yo tampoco pude.

sábado, 5 de octubre de 2013

La leyenda de "El taxista"


Espectacular producción audiovisual a cargo de Facundo y Matías. 

Impresionante relato!!!

lunes, 9 de septiembre de 2013

domingo, 11 de agosto de 2013

Cine fantástico y leyendas urbanas


A mí la película Fantasma de Buenos Aires me pareció algo “fantasiosa”. También me pareció casualidad, me hizo pensar que fue que era para darte miedo. Yo la relacionaría con una película de terror, amor y suspenso. Por ejemplo, la escena que está en la habitación con el hermano me pareció como que era de terror. Con los personajes me pareció que eran muy buenos a pesar que no son muy conocidos. Yo le recomendaría que tuviera más de terror. Pero, en definitiva, es una película muy buena y la recomendaría.
Autora: Erika G

Cine fantástico y leyendas urbanas


Para mí, la película Fantasma de Buenos Aires es muy buena porque es muy original, nunca vi una película así, dentro de este tipo. En ese sentido, me pareció que es como muchas películas de terror, siempre termina apareciendo el fantasma. Yo la relaciono con la película “El Invisible” porque en esa película un chico se muere por culpa de una chica, y a esa chica el chico se le aparece para hacer que parezca loca. Al final, no me acuerdo bien, creo que la chica se muere. Por ejemplo, la escena que matan a Canaveri me hace acordar a cuando el chico de El invisible murió por culpa de su amiga. En cuanto a los personajes nuca los vi actuar en otro lado, la verdad actúan muy bien.
Una vez en mi casa yo vi una sombra en la casa de mi abuela, que queda al fondo, la vi cuando con mis hermanas estábamos jugando a las escondidas. Yo fui, entré a la casa de mi abuela, no había nadie adentro, y vi a una sombra pasar, fue muy raro.
Bueno, yo la recomendaría porque es una película muy buena. Tiene partes graciosas, románticas y fantasiosas. En definitiva tendrían que verla porque está muy buena! es genial la película, me encantó. 
Autora: Noelia G

domingo, 4 de agosto de 2013

Cine fantástico y leyendas urbanas


Para nosotros la película Fantasma de Buenos Aires fue pésima porque no creemos en esas cosas. Nos pareció no realista y nos hizo pensar en un amigo que siempre quiere jugar al juego de la copa.. Nos parece semejante al cuento del “Fantasma de Canterville” porque tiene de parecido que sucede en la calle 11.
En cuanto a los personajes hicieron un buen trabajo, sobre todo el fantasma, llamado Canaveri.
En definitiva, es una película no realista.
 Autores: Javier y Joel

martes, 30 de julio de 2013

Cine fantástico y leyendas urbanas


Para mí la película Fantasma de Buenos Aires fue muy buena y divertida. Me hizo pensar que nunca tengo que jugar el juego de la copa. Yo la relaciono con Actividad paranormal; por ejemplo, la escena donde está el fantasma que lo persigue al pibe. En cuanto a los personajes me parece que actuaron muy bien.
Una vez cerca en la casa de mi tía me contaron que había un fantasma y pasó algo parecido a la historia de la película. La recomendaría porque fue una película que me encantó. En definitiva, es una de las mejores. 
Autor: Marcio M. 

lunes, 29 de julio de 2013

Cine fantástico y leyendas urbanas


Para mí Fantasma de Buenos Aires es inentendible al principio porque van pasando cosas y mucho no se va entendiendo. Luego de un par de escenas, también me pareció muy buena y a la vez fantasiosa, en la escena que aparece la sombra en la pared y el fantasma se mete en los sueños del adolescente Tomas, aunque pasa en bastantes partes. Cuando están jugando al juego de la copa, me hizo pensar en una película que había visto con mis hermanos, hace bastante tiempo, que en este momento no me acuerdo cómo se llama. A mí, me parece que la puedo relacionar, también con otra película “Actividad Paranormal 2”, porque la copa se va moviendo y como es muy misterioso, todos siempre se preguntan si alguien la esta moviendo. En cuanto a los personajes, a mí me encantaron, además porque son argentinos y encima se relacionan con una tradición nuestra, el Tango. Por ejemplo, la escena donde están bailando un tango en la calle me encantó porque nos muestra una cultura de nuestro país.
Yo no recuerdo haber visto alguna vez que alguien esté jugando al juego de la copa, ni en mi casa, ni en ningún lado. La verdad que me gustó mucho, así que yo sí la recomendaría, por internet, más que nada por facebook, porque digamos que la mayoría de la gente tiene está red social. Y en definitiva, la verdad que me pareció excelente esta película. Encima es de mi país, Argentina, mejor.
Autora: Milena E

jueves, 25 de julio de 2013

Cine fantástico y leyendas urbanas


Para mi la película Fantasma de Bs. As. fue muy buena y divertida. Me hizo pensar en que jamás tengo que jugar el juego de la copa. Me gustó mucho la escena donde están los tres amigos por empezar a jugar. Me hizo acordar de lo que pasó una vez en casa de mi tía, que jugaron al juego de la copa y después sentían ruidos en la casa. Tanto se asustaron que uno terminó en el hospital, y creo que ahí mi tía se volvió loca.
En cuanto a los personajes estuvieron muy bien. Yo la recomiendo porque es muy buena y te enseña lo que tenés que hacer y lo que no. En definitiva es una peli para ver en familia un sábado o domingo a la noche.
Autora: Mirna B

viernes, 5 de julio de 2013

Fantasma de Buenos Aires


Fantasma de Buenos Aires
narra las aventuras de un grupo de jóvenes amigos que, luego de una salida nocturna, decide realizar el popular “juego de la copa” e invocar a posibles espíritus. Al día siguiente, el más escéptico de ellos, Tomás, se encontrará con el fantasma de Canaveri, un compadrito porteño asesinado en 1920. Ambos entablarán un pacto y el joven le prestará su cuerpo por un día para que el malevo se cobre una vieja deuda de sangre. A cambio, el fantasma promete revelarle información sobre su vida. En la jornada en la que comparten cuerpo, el compadrito se sorprenderá con su vivencia del Buenos Aires actual.

Cine fantástico y Leyendas urbanas

Para mí la película "Fantasma de Bs. As., estuvo buena; pero también me pareció que tenia escenas realistas y por otro lado fantasiosas. Me hizo pensar si es verdad que existen los fantasmas o espíritus. Yo la relaciono con otras películas que hablan de lo mismo, que se traten de ''Fantasma'', como por ejemplo actividad paranormal. Como cuando lo chicos están jugando al juego de la copa y la copa se mueve.
También me parecería bueno destacar la actuación de los personajes para hacer una película así. Esto me hizo acordar lo que una vez me contó mi vecina ; que cerca de su casa se decía que habría un fantasma pero nada mas andaba por las noches.
Creo que es buena para recomendarla, porque se trata de diferentes episodios ; esta película en definitiva es ''fantasma''.
Autora: Iara D.

Cine fantástico y Leyendas urbanas

A mí la película "Fantasma de Bs. As., me pareció “Fantasiosa” porque cuando se rompió la copa quedó el espíritu adentro de la casa y se movían las otras copas solas y eso me parece raro. También me pareció “No Realista” porque se le metía el fantasma adentro del cuerpo de Tomas  y hablaban los dos en el cuerpo,  por eso me pareció no realista. Me hizo pensar en películas de otros países como por ejemplo Actividad paranormal, porque en esta película también hay fantasmas. Además la relacionaría con la película La llorona porque cuando se muere queda el espíritu en su casa. La recomendaría porque es fantasiosa pero muy buena la película.
                 
 Autor: Facundo T

El piedrazo

En eso estábamos de lo más tranquilo, cuando…miro hacia el mar y veo algo que brillaba adentro. Me acerco y me doy cuenta de que era la piedra que había tirado el año anterior. Entonces, en ese momento, la llamo a mi mujer y ella no lo podía creer. Agarro la piedra y la tiro. Pero justo pasaba un nene y sin querer se la di en la cabeza. Ahí salimos corriendo, con mi mujer, y no volvimos más a esa playa.

Autora: Natalia L

lunes, 1 de julio de 2013

Casa tomada (versión de Elías V)


Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)
Cuando salimos de la casa, como dije, tiramos la llave a una alcantarilla y nos fuimos caminando a ver quién nos podía ayudar. Entonces en la esquina Irene me dijo que vio una luz azul y roja. Pensamos que era la policía. Cuando llegamos no había nadie. Entonces me puse a pensar si lo que habíamos escuchado lo habíamos imaginado o no. Fuimos otra vez a la casa, tiré la puerta abajo y ya no había nadie. Para mí eran fantasmas. Aunque nunca supimos qué era.
Autor: Elías V.

domingo, 30 de junio de 2013

Casa tomada (Versión de Iara D)


Cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla, ya era muy tarde, era de noche, creo que eran eso de las doce de la noche. Pero Irene y yo tuvimos que salir de la casa porque habían tomado una parte. Irene estaba muy mal por lo que pasaba. Yo la miré a los ojos y vi que estaba llorando, entonces le dije:
- Tranquila Irene, todo va a estar bien…
En ese momento no pensaba en nada, solamente que este problema se solucionara. Yo le había dicho eso Irene para que se tranquilizara y dejara de llorar. Irene me respondió:
- Sí, espero que todo vuelva a ser como antes…
Yo le había dicho a Irene que lo mejor iba ser llamar a nuestra mamá, iba a ser para que nos pudiera dar un lugar en la casa. No sé si iba a ser lo mejor porque Irene no se llevaba bien con nuestra madre, entonces ella me contestó:
- Está bien, si te parece que es lo mejor para los dos...
Esa misma noche nos fuimos para la casa de mamá; después de un tiempo Irene y yo nos olvidamos de de lo que había pasado con la casa. Pasó el tiempo. Yo conocí a una chica y mi hermana a un chico, vecino nuestro. Irene se casó y se fue a vivir con él. En cuanto a mí, fui a convivir con mi novia. Y así fue como ambos avanzamos para bien y nos olvidamos de todo lo malo.
Autora: Iara D

domingo, 16 de junio de 2013

Casa tomada (versión de Mauro V)


Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)
Al otro día fui con mi hermana a la casa y no vimos nada. Nos pareció extraño no escuchar ruidos. Subimos al segundo piso, cuando se escuchó la puerta de adelante cerrarse fuertemente. Nos asustamos mucho. Bajamos lentamente por las escaleras pero no se veía nada. Salimos corriendo por el susto que nos pegamos. Nos fuimos muy lejos de esa casa. Luego la vendimos y compramos una en Entre Ríos, donde vivimos felices. Nunca más se habló de esa casa tomada.
Autor: Mauro V.

Casa tomada (versión de Natalia L)


Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)
Irene y yo estábamos muy asustados, así que sin dudarlo nos fuimos a un hotel. Nos olvidamos de la casa, pero de nuestras cosas que quedaron no nos olvidamos. Irene seguía muy asustada y nerviosa. Por suerte llegamos al hotel y ella se quedó dormida; pobre, tenía una cara de cansada. Yo muy bien que digamos no estaba, pero tenía que estar bien por mí y por ella.
Al final de todo nos quedamos sin nada pero nos recuperamos rápido porque yo empecé a trabajar, Irene empezó a vender algunos tejidos que hacía y además seguíamos recibiendo la plata que nos llegaba del campo. Con toda la plata que juntamos nos pudimos comprar una casa. Yo conseguí una novia y me junté con ella. Irene se casó y se fue a vivir a Brasil con su pareja y yo me quedé con mi novia.
Después de todo irnos de la casa nos hizo bien porque progresamos y cada uno pudo hacer su vida. Nunca más volvimos a ver la casa y jamás nos pudimos enterar de quién la había usurpado.
Autora: Natalia L.

Casa tomada (versión de Noelia G)



Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)

Luego nos fuimos caminando para ver hasta dónde podíamos llegar y llegamos a una playa en donde había una vieja amiga que nos preguntó que “qué hacíamos solos a esa hora”.
Nosotros le contamos todo lo que estaba pasando en nuestra casa y ella nos dijo si queríamos quedarnos a dormir en su casa, a lo que nosotros dijimos que sí.
Al otro día nos llevó hasta un curandero de casas. De allí nos dirigimos con él hacia nuestra casa. Cuando llegamos nos acordamos que yo había tirado las llaves por la alcantarilla. Yo me fije si seguían estando allí y se veía que estaban, entonces agarré una rama que estaba por ahí cerca e intenté agarrar las llaves, hasta que pude. El curandero entró a la casa y la curó diciendo oraciones religiosas y tirando agua bendita. Nos dijo que tenía que venir unos días más para que quedara bien curada y no pasara más cosa.
Al otro día nos enteramos que el curandero se había muerto de un paro al corazón. Nos preocupamos, porque pensamos que había sido algún espíritu de nuestra casa; bué, si es que había. Así que con Irene decidimos irnos de nuevo. Pero esta vez no tiré las llaves, las guardé. Fuimos viajando por todo el mundo, porque en cada casa que intentábamos quedarnos se seguían escuchando ruidos extraños. Conocimos creo que casi todo el mundo. Aprendimos un montón de idiomas y ahora si llegamos a estar en alguna casa no sentimos ningún ruido extraño. Pero como ya nos acostumbramos a viajar por todas partes sin quedarnos siempre en un mismo lugar seguimos viajando durante un tiempo. Hasta que un día Irene murió, que triste día fue ese, desde ese día no viajé más hacia ningún lado. Me volví a nuestra primera casa; bueno, ya no es nuestra, es mía; y sigo recordando a Irene cuando tejía.

Autora: Noelia G

Casa tomada (versión de Milena E)


Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)

Mientras caminábamos por la calle, con frio y todo oscuro, Irene me preguntó
- ¿A dónde vamos a ir? Yo le dije:
- No sé, déjame pensarlo, aunque sea para pasar la noche... y a la mañana llamar a algún familiar nuestro, para preguntarles si nos podemos quedar allí, hasta que consigamos algo.
Y cuando justo íbamos a cruzar la calle nos encontramos a un viejo vecino llamado Pablo que nos preguntó:
- ¿Qué hacen a estas altas horas de la noche caminando por la calle? Encima con todo este frio que hace.
Yo le dije:
- Lo que pasa es que nos tuvimos que ir de nuestra casa.
Pablo me dijo:
- Le hubieras dicho a mi mujer si se podían quedar, así no pasaban frio.
- Pero no, no queremos molestar a nadie. Le dije tristemente.
Él me dijo que no tenía ningún problema en que nos quedemos en su casa, pero a mí y a Irene nos daba vergüenza quedarnos. Entre charla y charla decidimos quedarnos pero solamente por esa noche.
A la mañana siguiente nos levantamos con Irene. Le dije a ella que nos fuéramos para casa, porque teníamos que averiguar quién estaba adentro de ella. Cuando terminamos de desayunar le dije a Pablo que nos íbamos. Él me preguntó muy confundido:
- ¿Pero a dónde van ustedes? Ya te dije que se pueden quedar, que no había ningún problema.
-Pero Pablo, nos tenemos que ir a mi casa, para ver qué podemos hacer, porque no nos podemos quedar todos los días acá. Aparte, si podemos entrar, vamos a tratar de sacar la plata que dejamos en nuestro dormitorio. Justo Irene me estaba hablando, me había dicho pero no te acordás que tiramos la llave por la alcantarilla...
Yo me quedé pensando en lo que me dijo, pero me acordé que yo siempre dejaba la copia de la llave abajo de la alfombra. Le dije eso a Irene y ella me respondió:
- Genial, menos mal que te avivaste.
- Sí, la verdad que tuve muy buena idea. Le dije muy feliz.
Cuando estábamos saliendo de la casa Pablo nos dijo:
- Tengan cuidado, por favor, cualquier cosa peguen un grito que yo voy para allś ¿sí ?
- Sí, no te preocupes... Le dije riéndome
Cuando llegamos a la casa, no escuchamos ningún ruido, nos pareció raro a Irene y a mí, pero no le dimos importancia. Le dije a Irene agarrá la llave, cuando abra, te la doy a vos y guardála bien, en un lugar que no se vea y no haga ruido. Mientras entrábamos, le dije a ella:
- Irene, mientras entrás andá yendo a nuestro dormitorio para sacar el dinero del placar, ¿sabes?
- Bueno, pero vos no te tardes mucho, porque capas que me pasa algo o pasa alguien y yo no sé qué voy a hacer.
- ay!, pero Irene, ¡qué te va a pasar, no me hagas poner más nervioso de lo que estoy! Le dije muy asustado. Bueno, cuando entramos le dije andá, dale, así podés agarrar el dinero. Cuando yo estaba cerrando la puerta de entrada ella ya había agarrado la plata y alguna ropa nuestra. Después me dijo:
- Listo, ya está...agarré la plata y algo de ropa de los dos.
Yo me quedé mirándola, diciéndome a mi mismo, ¡que rápido que agarró las cosas..!
Ella me preguntó:
- ¿qué te pasa que me miras así?
- No, nada, lo que pasa es que me sorprendió lo rápido que agarráste las cosas, por eso me quedé mirándote así.
Después de toda la charla le dije:
- ¿para qué vamos a averiguar quién está adentro de la casa?... porque capaz que nos pasa algo...es mejor dejarla así y ya está; total ya agarramos la plata y vos te aviváste de agarrar algo de ropa. Mejor nos vamos. Ella me dijo que tenía razón... para qué nos íbamos a quedar.
Entonces cuando salimos de la casa le dije
- vamos a un hotel ¿te parece? Irene me respondió:
- Sí, está bien. Ah! y tomá, guardá la plata.
Y finalmente nos fuimos a un hotel a vivir felizmente y contentos, porque pudimos sacar la plata y pudimos agarrar algo de ropa.

Autora: Milena E.

Casa tomada (versión de Eliana C)

Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar)
En la casa no se escucharon más ruidos, la puerta quedó cerrada con llave y nunca más se abrió, ya que no habíamos comprobado si realmente estaba tomada. Para mí siempre será un misterio que no nos quisimos arriesgar a resolver. 
Autora: Eliana C.

martes, 11 de junio de 2013

Casa tomada (versión de Agustina B)

Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada. (Acá podés leer la versión original, de J. Cortázar) 
Luego nos fuimos corriendo y a lo lejos vimos un bosque. Cada vez que nos alejábamos de la casa más nos dimos cuenta que los ruidos se hacían más graves. Entonces con Irene entramos al bosque, nos respaldamos sobre una roca y suspiramos de alivio.
Pasaron dos años. Nos mudamos y comenzamos una nueva vida. Con Irene decidimos ir de vacaciones y de paso a ver mi antigua casa. Nos tomamos un avión.
Cuando llegamos ahí había un matrimonio con unos periodistas. Ellos le estaban haciendo una entrevista. Nos quedamos allí viendo y adivinen qué… habían ido los investigadores paranormales. Irene y yo mirábamos la escena con atención. Y le dije a Irene: ¿Qué estará pasando ahí dentro? Y de repente de la casa salieron los investigadores corriendo. En ese momento me dije a mí mismo: ¿Qué pasó? Miré a Irene y ella estaba aterrorizada. Fuimos y nos presentamos. Nos preguntaron si sabíamos algo de la casa. Irene y yo nos miramos y al mismo tiempo dijimos: ¡no!
Nos tomamos el siguiente vuelo a Misiones y volvimos a la nueva casa.
Autora: Agustina B.

domingo, 9 de junio de 2013

Concurso de blogs "¿Qué estás leyendo?"

La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), con el apoyo de los Ministerios de Educación convocan a estudiantes de 12 a 15 años de centros educativos iberoamericanos a crear un blog en el que compartan su experiencia como lectores, promovido bajo el lema ¿Qué estás leyendo?
Mediante esta iniciativa se trata de formar una amplia red de blogs de lectores, donde los estudiantes (individualmente o en grupo) puedan darse a conocer y construir una identidad como lectores.

Para mayor información hacer click acá.

jueves, 6 de junio de 2013

Casa tomada

Hace algunas clases leímos el cuento Casa tomada del escritor argentino Julio Cortázar y después de conversar un rato nos quedamos con la intriga de saber hacia dónde fueron Irene y su hermano luego de abandonar la casa y tirar la llave en la alcantarilla a altas horas de la noche. Por este motivo hemos decidido escribir nuestros propios finales.
Si hacés click en la etiqueta de Casa tomada vas a encontrar nuestras versiones sobre el genial cuento del genial escritor que es J. Cortázar.
Para leer la versión original de Casa tomada hacé click acá.

Casa tomada_segunda parte (versión de Sofía)

-->
Tiré la llave a la alcantarilla y nos fuimos. Al otro día nos levantamos en una plaza, de inmediato hicimos la denuncia. Luego de esperar unos 15 minutos de tantas palabras y revoltijos, la policía se decidió ir a nuestra casa. Rompieron la puerta para poder entrar. Se sorprendieron al igual que Irene y yo al ver la casa desvalijada completamente. Entré a revisar las habitaciones y en eso encontré una carta tirada en el suelo refiriéndose a mí y a Irene, decía:
Tienen que marcharse, porque aquí no es seguro. Hay una historia que debo contarles. Para ubicarme vayan a la plaza a la media noche.”
Hicimos lo que decía la carta; fuimos a la plaza. Pero no encontramos a nadie. Irene estaba aterrorizada y tenía mucho frio. Le dije que se acueste en el banco de la plaza. Luego escuché a Irene gritar. Fui de inmediato y encontré a una mujer que le decía -¡no grites shhhhh! Estaba vestida de negro y su rostro cubierto y más o menos tenía una edad aproximada a 80 años. Nos dijo que ella hacía muchísimos años fue vecina de los que habían comprado la casa en la que ahora vivíamos nosotros. Contó que esa familia era muy rara y tenían cinco hijos que murieron todos electrocutados. Desde ahí empezaron a pasar cosas raras. Después pasaron dos años y la casa volvió a tener habitantes, sus bisabuelos, nos dijo, los que siempre fueron valientes para no tenerle miedo a lo que pasaba dentro de esa casa.
Irene y yo nos quedamos con la boca abierta. Al día siguiente nos enteramos que esa extraña mujer se había muerto. De inmediato nos fuimos al campo y hasta el día de hoy no volvimos más a esa extraña casa.

martes, 4 de junio de 2013

Mensajes de bienvenida al blog!


-->
Bienvenidos a JUGANDO A SER ESCRITORES !!
Somos los alumnos de la escuela ESB n°31. Acá les vamos a mostrar todo lo que nosotros hacemos en la escuela y van a poder encontrar notas periodísticas, cuentos, etc. O sea, todo lo que fuimos haciendo hasta ahora. Nosotros con este blog lo que queremos buscar es que a ustedes les guste. Bueno, que lo disfruten.
Nicolás F.

Bienvenidos al blog de segundo de la SB nN 31. Aquí podrán ver cuentos o noticias creados por los alumnos de la secundaria. Mauro y Eric.

Bienvenidos a nuestro blog!! Este blog pertenece a los alumnos de segundo A de la escuela S.B Nº 31. Acá van a poder ver lo que nosotros hacemos en el colegio...noticias periodísticas, cuentos, etc.
Nosotros esperamos que a ustedes les guste la idea que tuvimos para armar este blog.

Bienvenidos al blog de segundo de la SB Nº 31. Aquí podrán ver fotos trucadas, noticias, historias de todos los tipos. De seguro les va a gustar, así que todos...mírenlo!!! Enzo.

Señores lectores, les doy la bienvenida a este blog, con mis compañeros y yo que queremos compartir esto con ustedes. Espero que les guste. Sofía


Bienvenida gente!! Espero que les guste el blog que hicimos para ustedes. Léanlo! que está muy bueno!!! Les va a gustar porque lo hicimos con mucha energía y ganas.
Nosotros esperamos que les guste la idea que nosotros tuvimos para hacer este bloc. Es para que ustedes vean lo que nosotros estamos haciendo en la escuela “E.S.B. N31”. Ailen, Marcio & Pablo

lunes, 3 de junio de 2013

El piedrazo (versión de Mauro V)

En eso estábamos de los más tranquilos cuando...se me ocurrió abrazarla bien fuerte y decirle cuanto la quiero cuando de repente veo venir una piedra hacía mí y cae a lado nuestro. Agarro la piedra y veo para todos lados, para ver si algún chico había tirado la piedra para acá, pero no había ningún chico cerca nuestro. Miro hacia el agua cuando de repente veo un chico agachado como escondiéndose de alguien. Voy hasta la orilla y le pregunto si él había tirado la piedra y dice sí, porque quería ver hasta dónde podía tirar la piedra. Y le digo, bueno, tené cuidado que podés lastimar a alguien. Y vuelvo con mi novia para decirle que vayamos porque ya era tarde. Y nos fuimos y yo me llevé la piedra de recuerdo para siempre.
Autor: Mauro V.

El piedrazo (versión de Facundo T)


En eso estábamos de los más tranquilos cuando... de repente escuchamos el ruido de una piedra y nos asomamos para ver qué pasaba. Las piedras caían solas y una de ellas le cayó a mi novia en la cabeza. Como se desmayó la llevé rápido al hospital. Allí la dejaron en observaciones entonces yo me volví a la playa para ver qué pasaba, por qué caían las piedras solas... y vi a un policía y le pregunté por qué caían solas y el policía me respondió: porque esta playa está embrujada...tené cuidado con las piedras. Ahí me empezaron a caer piedras en la cabeza y empecé a correr hasta el hospital, a ver si ya estaba mejor mi novia. Los doctores me dijeron que tenía la cabeza abierta y tenían que operarla para que sobreviva. La operaron. Pero no la pudieron salvar porque ya era demasiado tarde. Había muerto. Entonces la llevé en brazos hasta la playa y la besé por última vez. Luego la enterré en la arena para recordarla. Cada vez que vengo a esta playa la recuerdo, nunca la voy a poder olvidar. Entonces fui todos los días sin importar cómo estuviera el día, solo para recordarla a ella y ver las piedras caer. Hice esto durante 10 años y lo sigo haciendo hasta el día de hoy.
Autor: Facundo T.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Una pelea (versión de Erika G)

Me empujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco y después de una rápida investigación quedé frente a frente con Carlos.
- ¿Qué empujás? 
Se formó una rueda. Alguien gritó: 
- Fajálo...
Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo. Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí. Tito, falso caudillo y sujeto temido, me dijo: 
- Dale... ¿O le tenés miedo?
- No, me la aguanto.
- Dale peleá.
- No quiero tener problemas.
- Ah! no te la bancas.
- No, prefiero quedar como uno que no se la banca a tener problemas.
- Bueno, pero le pegás y listo, él te empujó primero.
- Ya está, no importa. Yo me voy.
- Bueno, andá gallina, no te la bancás.
- Chau, me voy.
 Autora: Erika G.

Una pelea (versión de Natalia L)


Me empujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco y después de una rápida investigación quedé frente a frente con Carlos. 
- ¿Qué empujás? 

Se formó una rueda. Alguien gritó: 

- Fajálo...

Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo. Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí. Tito, falso caudillo y sujeto temido, me dijo: 

- Dale... ¿O le tenés miedo?
- No, no le tengo miedo, pero no da para pelearse con él….
Todos se asomaron para ver qué pasaba
- ¿y por qué no da para que se peleen?
- Porque no, si yo al pibe ni lo conozco y además yo no quiero tener problemas con él.
- Bueno, hacé lo que quieras
Cuando se van todos Carlos me dice:
- che, disculpé, fue una confusión, yo no te empujé…
Entonces le respondí:
- Bueno, todo bien, no pasa nada, chau.
- Chau.
Autora: Natalia L.

Una pelea (versión de Noelia G)

-->
Me empujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco y después de una rápida investigación quedé frente a frente con Carlos.
- ¿Qué empujás? 
Se formó una rueda. Alguien gritó: 
- Fajálo...
Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo. Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí. Tito, falso caudillo y sujeto temido, me dijo: 
- Dale... ¿O le tenés miedo? 

- No me gusta pelear
- Ah ¿Qué sos cagón?
-No, es que no me gusta y punto.
- Ah, está bien, no te enojés.
- No me enojo, yo hablo así… Además, si el director nos ve nos va a poner un acta, así que me voy.
Autora: Noelia G.

Una pelea (versión de Nicolás F)

-->
Me empujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco y después de una rápida investigación quedé frente a frente con Carlos.
- ¿Qué empujás? 
Se formó una rueda. Alguien gritó: 
- Fajálo...
Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo. Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí. Tito, falso caudillo y sujeto temido, me dijo: 
- Dale... ¿O le tenés miedo? 
Yo no quería pelear. Y Carlos por su cara tampoco. Entonces dijimos que no queríamos pelear mientras todos gritaban:
-Pelea, Pelea, Pelea.
Y Tito que insistía...
- Dale, no seas cobarde…
Después vinieron las profesoras y lo llevaron a Tito con el director para hacerle un acta por echar leña al fuego.
Autor: Nicolás F.