Cerré bien la puerta de entrada y tiré
la llave a la alcantarilla, ya era muy tarde, era de noche, creo que
eran eso de las doce de la noche. Pero Irene y yo tuvimos que salir
de la casa porque habían tomado una parte. Irene estaba
muy mal por lo que pasaba. Yo la miré a los ojos y vi que estaba
llorando, entonces le dije:
- Tranquila Irene, todo va a estar bien…
En ese momento no pensaba en nada,
solamente que este problema se solucionara. Yo le había dicho eso
Irene para que se tranquilizara y dejara de llorar. Irene me respondió:
- Sí, espero que todo vuelva a ser
como antes…
Yo le había dicho a Irene que lo mejor
iba ser llamar a nuestra mamá, iba a ser para que nos pudiera dar un
lugar en la casa. No sé si iba a ser lo mejor porque Irene no se
llevaba bien con nuestra madre, entonces ella me contestó:
- Está bien, si te parece que es lo
mejor para los dos...
Esa misma noche nos fuimos para la casa
de mamá; después de un tiempo Irene y yo nos olvidamos de de lo que
había pasado con la casa. Pasó el tiempo. Yo conocí a una chica y
mi hermana a un chico, vecino nuestro. Irene se casó y se fue a
vivir con él. En cuanto a mí, fui a convivir con mi novia. Y así
fue como ambos avanzamos para bien y nos olvidamos de todo lo malo.
Autora: Iara D
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