Luego nos fuimos corriendo y a lo lejos vimos un bosque. Cada vez que nos alejábamos de la casa más nos dimos cuenta que los ruidos se hacían más graves. Entonces con Irene entramos al bosque, nos respaldamos sobre una roca y suspiramos de alivio.
Pasaron dos años. Nos mudamos y
comenzamos una nueva vida. Con Irene decidimos ir de vacaciones y de
paso a ver mi antigua casa. Nos tomamos un avión.
Cuando llegamos ahí había un
matrimonio con unos periodistas. Ellos le estaban haciendo una
entrevista. Nos quedamos allí viendo y adivinen qué… habían ido
los investigadores paranormales. Irene y yo mirábamos la escena con
atención. Y le dije a Irene: ¿Qué estará pasando ahí dentro? Y
de repente de la casa salieron los investigadores corriendo. En ese
momento me dije a mí mismo: ¿Qué pasó? Miré a Irene y ella estaba
aterrorizada. Fuimos y nos presentamos. Nos preguntaron si sabíamos
algo de la casa. Irene y yo nos miramos y al mismo tiempo dijimos: ¡no!
Nos tomamos el siguiente vuelo a
Misiones y volvimos a la nueva casa.
Autora: Agustina B.
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