Estimado Abelardo:
Gracias por las
disculpas por haberme dicho marica. Lo lamento mucho pero no puedo
perdonarte, porque pensé que eras mi amigo, pero al verte de esa
forma, ese día, sentí que no respetabas mi forma de ser.
La verdad que me
molestó mucho cuando fuimos con la gorda y yo no quise entrar. Al no
respetar mis pensamientos me enojé muchísimo, y por esa razón no
puedo perdonarte.
Bueno, este es el
final de mi carta. Me encantó que te acordaras de mí, aunque me
lastimaste mucho y yo no puede superar que un amigo como vos me haya
lastimado.
César
(Carta escrita por Noelia y Matías )
No hay comentarios:
Publicar un comentario