En eso estábamos de lo más tranquilo,
cuando…miro hacia el mar y veo algo que brillaba adentro. Me acerco y me doy
cuenta de que era la piedra que había tirado el año anterior. Entonces, en ese momento, la llamo a mi mujer y ella no lo podía
creer. Agarro la piedra y la tiro. Pero justo pasaba un nene y sin querer se la
di en la cabeza. Ahí salimos corriendo, con mi mujer, y no volvimos más a esa
playa.
Autora: Natalia L
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